Si tu sueño es ser tu propio jefe, puedes crear tu propio negocio o convertirte en propietario de un negocio ya existente. ¿Cuál es la mejor opción para ti?
La compra de un negocio existente puede ser una buena opción para usted si le preocupa empezar su propio negocio desde cero y los costes asociados a un nuevo negocio. La compra de un negocio existente implica hacerse cargo de una operación que ya es rentable y genera flujo de caja. Estos negocios suelen tener una sólida base de clientes y reputación, así como empleados que conocen todos los aspectos del negocio. Además, no es necesario establecer nuevos procedimientos, sistemas y políticas, puesto que ya existe una fórmula probada para dirigir el negocio.
Aunque puede ser más caro comprar un negocio existente que empezar desde cero, en realidad es más fácil conseguir financiación para un negocio existente que para uno nuevo. Por lo general, a los bancos e inversores les resulta más fácil tratar con una empresa que ya ha demostrado su trayectoria. También puede obtener valiosos derechos legales, como patentes o derechos de autor, si compra un negocio.
Comprar una franquicia
Muchos creen que comprar un negocio es menos arriesgado que empezar uno propio, especialmente si se puede encontrar uno bien gestionado y rentable, y negociar un buen precio. Un negocio existente proporciona un flujo de caja inmediato y el difícil trabajo de puesta en marcha ya está hecho. Tendrá una base de clientes y proveedores. El historial financiero de la empresa muestra lo que se puede esperar, y a menudo facilita la obtención de préstamos o la atracción de inversores.
Sin embargo, tendrá que invertir una gran cantidad por adelantado, especialmente si el negocio no ha sido rentable últimamente.
La franquicia permite a un empresario abrir su propia sucursal o sucursales de una marca existente. Una licencia de franquicia da derecho a su titular a comercializar determinados productos o servicios bajo una marca o un nombre comercial según unas condiciones preestablecidas. A cambio de los cánones y los derechos pagados a la empresa matriz, el franquiciado puede utilizar el formato y los sistemas de negocio del franquiciador.
Las principales ventajas son un mercado probado para el producto o servicio y unas políticas de gestión de operaciones probadas y específicas. Las principales desventajas se derivan del poder que tiene el franquiciador sobre los franquiciados.
La compra de una empresa existente facilita mucho la planificación y la obtención de capital, debido a los registros históricos.
La franquicia se está convirtiendo en un método cada vez más popular para establecer y explotar una pequeña empresa. Muchos empresarios encuentran atractiva la oportunidad de gestionar su propio negocio con un riesgo ligeramente menor, pero la explotación de una franquicia es más restrictiva que las otras dos formas de propiedad.
Empezar su propio negocio
Montar tu propio negocio tiene muchas ventajas. ¡Eres el jefe! Puedes establecer tu propio horario, dirigir tu negocio a tu manera y hacer las cosas en tu propio tiempo. Si compras una franquicia, sigues teniendo una "empresa matriz" que se ocupa de ti y de tu negocio. Iniciar su propio negocio significa que todo gira en torno a usted.
Esto también significa que puedes aportar algo nuevo y único al mercado. No tienes que vender lo que otros quieren que vendas, ¡todo depende de ti! Además, dependiendo de tu negocio, pagarás mucho menos que comprando una franquicia.
Sin embargo, cuando se inicia un nuevo negocio, puede tardar un tiempo en ser rentable. Pueden pasar meses o incluso años antes de que empiece a ver un cambio positivo en las cifras. Tendrás que mantener la cabeza fría si empiezas tu propio negocio.
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