La productividad, la retención y el desarrollo del liderazgo, todo ello
depende de un factor más que ningún otro: el jefe.
He aquí un rápido resumen de lo que está en juego:
- El 65% de los empleados dicen que prefieren tener un nuevo jefe que un aumento de sueldo.
- El 75% de los empleados nombran a su jefe como la parte más estresante de su trabajo.
- Un liderazgo deficiente reduce la productividad en un 50%.
- El 86% de las empresas están preocupadas por la falta de nuevos líderes para promocionar desde dentro.
¿Cómo puede un empresario ocupado convertirse en un jefe al que todo el equipo apoye, siga e invierta en su futuro?
Conviértase en mentor
Ser mentor no es predicar con el ejemplo, ser el héroe de todas las historias o pontificar sobre tu visión y experiencia. Ser un mentor significa ayudar a tus empleados, como dice el director general de Lendistry, Everett K. Sands, a "saltar escalones" en su trayectoria profesional. He aquí algunas formas concretas de orientar a los empleados.
- Nunca vayas solo a una reunión o a un almuerzo con uno de tus contactos. Lleva a un empleado contigo y hazle partícipe de la reunión. Rota a quién llevas por igual y NUNCA tengas favoritos.
- Pregunte a los empleados por sus objetivos, ofrézcales su opinión e inclúyalos en cualquier actividad u oportunidad que promueva ese objetivo. Preséntales a cualquier persona que conozcas que pueda ofrecerte consejo si tú no puedes.
- En lugar de dar consejos, sigue el método del coach empresarial Michael Bungay Stanier y mantén la curiosidad durante 60 segundos antes de responder, y luego pregunta primero qué ideas tienen. Que sea una conversación, no un discurso.
Gánese el respeto a través del coaching, la retroalimentación y la responsabilidad
Un buen entrenador establece expectativas claras, incluyendo el objetivo final y los pasos que hay que dar en el camino. Se necesita tiempo de su parte para comprobar y asegurarse de que los pasos se están cumpliendo. Si se están retrasando, pregunta por qué desarrollar un nuevo plan para cumplir el objetivo a tiempo.
Ofrezca un feedback coherente, constructivo, específico e inspirador. Prepare sus comentarios con antelación y no los dé de improviso. Si la mayoría de las veces tienes críticas, mantén la conversación en privado. Recuerde que la retroalimentación es para desarrollar a esta persona como un futuro líder. No se trata de avergonzarle para que lo haga mejor.
Un gran entrenador también está en sintonía con la visión de la empresa, y aplica las actividades diarias del equipo a esa visión para mantener a todos centrados y unidos.
Fomentar el desarrollo de la carrera profesional
Es más probable que la gente se quede y dedique tiempo y esfuerzo a una empresa si siente que va a crecer en ella. Ofrecer oportunidades para que los empleados aprendan, crezcan y amplíen su propia red de contactos es esencial para que se sientan capacitados y también para garantizar la calidad en su línea de liderazgo.
Proporcione tiempo y estímulo a los empleados para que aprendan nuevas habilidades. El dominio de nuevas tecnologías, el perfeccionamiento de las habilidades empresariales y un pensamiento más amplio les dará confianza, les hará mejores en su trabajo y les ayudará a evolucionar hasta convertirse en líderes.
El desarrollo de la carrera profesional puede implicar actos grandes y pequeños. Dales flexibilidad de tiempo para que obtengan un título de máster, o para que hagan cursos de educación en línea o para adultos. Anímales a leer libros que amplíen sus mentes y discute los libros con ellos.
Ser un gran jefe, un mentor y un entrenador requiere que vayas más allá de la consecución de tus propios objetivos.